lunes, 16 de junio de 2008

Atáme


Atáme, esclavízame a tus deseos que también son los mios.
Atáme, sé el carcelero de mis fantasías encendidas.
Vendame los ojos y reduce mi mundo a tu presencia ,que espectante imagine la travesía que recorrerán tus labios y tus manos sobre mi piel esclavizada.
Atada a ti en sueños inconfesables haz que mi cuerpo claudique con tus caricias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ateme en usted, sí, los más fuertes y sinceros deseos atam el hombre y la mujer. La armonía de frecuencias siempre ata en el amor. Así es que ocurre la presencia de cuerpo y de alma. El momento sagrado y el eros sagrado simultáneamente están juntos! Estupendo ¡

revistaespejo dijo...

De acuerdo a la mitología griega, Eros es el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo. Sin dudas, los griegos de la antiguedad no tuvieron la oportunidad de leer poemas de estas características. De lo contrario habrían agregado a su poder el de la sutileza. Es un logro que en tan pocas palabras se digan tantas cosas, que afloren tantos sentimientos al mismo tiempo. Te felicito por tu fina imaginación y por saber transmitirla.
Oscar

MRB dijo...

¿Quien no claudica ante una buena caricia?
Shanty