lunes, 30 de junio de 2008

Soñé...


Soñé que saboreábamos el deseo lentamente,
temblaba nuestra piel
y nos bebíamos hasta saciarnos...

domingo, 22 de junio de 2008

Caricias



Medio dormido en la cama
Apenas cubierto por la sabana
Senti subiendo por mi espalda
Suaves, las yemas de tus dedos
Un escalofrio me hizo temblar
Recordando placeres intensos
Y tu aroma me ha llegado
Hasta muy adentro
Te he sentido sentandote
Sobre mi desnudo cuerpo
Y tus manos recorriendo
Centimetro a centimetro
Enervandome, excitandome
Poniendome muy inquieto
Al roce de tus pechos
Al calor que emanas
Y con esas caricias un susurro
En mis oidos, un te quiero
La mejor de las caricias
El mayor de los deseos .
Catman

lunes, 16 de junio de 2008

Atáme


Atáme, esclavízame a tus deseos que también son los mios.
Atáme, sé el carcelero de mis fantasías encendidas.
Vendame los ojos y reduce mi mundo a tu presencia ,que espectante imagine la travesía que recorrerán tus labios y tus manos sobre mi piel esclavizada.
Atada a ti en sueños inconfesables haz que mi cuerpo claudique con tus caricias.

miércoles, 11 de junio de 2008

Deseos..., tus palabras y las mias


Eres como el viento que súbitamente me recorre, acariciándome, sintiéndome, abrazándome.
Eres como el viento que apasionadamente me mueve, me lanza, me cruza por dentro.
Eres el viento bebé…
Me dices eso y soy viento que vibra con solo pensarte.
Ráfaga crepitante, que acaricia, sueña y tiembla.
Brisa alegre, furtiva, que se vuelve parte de tu ser y muerde tus espacios.
Viento que te susurra en la intimidad de los segundos, que cruza la locura racional. Es ímpetu: descubre tu alma, enciende la llama, eclosiona tus sentires arrancando latidos a tus entrañas.
Viento cálido que te alcanza, te invade , te hace tiritar encandilado por los deseos.
Tus palabras, tus caricias me vuelven viento voraz que no cejará hasta tatuar mi nombre en tu piel...



miércoles, 4 de junio de 2008

Recorriéndote



Quiero morder tu carne,
salada y fuerte,
empezar por tus brazos hermosos
como ramas de ceibo,
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza
hurgando la ternura
,ese pecho que suena a tambores y vida continuada.
Quedarme allí un rato largo
enredando mis manos
en ese bosquecito de arbustos que te crece
suave y negro bajo mi piel desnuda
seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo,
hasta llegar allí
a ese lugarcito
-apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia
que se adelanta a recibirme
y viene a mí
en toda su dureza de macho enardecido.
Bajar luego a tus piernas
firmes como tus convicciones guerrilleras,
esas piernas donde tu estatura se asienta
con las que vienes a mí
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías
blandas y femeninas.
Besar tus pies, amor,
que tanto tienen aun que recorrer sin mí
y volver a escalarte
hasta apretar tu boca con la mía,
hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento
hasta que entres en mí
con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir
de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados
en la arena de las sábanas.

Gioconda Belli